En un mundo donde los titulares hablan de PIB, inversiones millonarias y macroproyectos, olvidamos que los auténticos indicadores de bienestar no siempre se miden en euros. Hay lujos que no se compran, y que valen más que cualquier cifra en un presupuesto: despertar sin ansiedad, tener tiempo para pensar con claridad, elegir libremente tu camino, dormir en paz…
Estos no son caprichos. Son condiciones básicas para una vida digna y plena. Y aunque no tengan precio, sí requieren una acción política decidida.
1. Tiempo sin ansiedad.
Reducir la precariedad laboral, garantizar jornadas razonables y promover políticas de conciliación no es solo economía: es salud mental y calidad de vida.
2. Libertad para elegir tu camino.
La verdadera libertad requiere igualdad de oportunidades. Eso significa educación accesible y de calidad, programas de formación continua y entornos donde el talento no dependa del código postal.
3. Poder decir “no” sin culpa.
Un sistema que respete los derechos laborales, las licencias, los descansos y el derecho a desconectar es un sistema que protege a las personas de la presión constante.
4. Conversaciones que nutran.
Crear espacios sociales, centros culturales y programas que fomenten la participación ciudadana son maneras de construir redes que alimentan el alma.
5. Días con propósito.
El trabajo que inspira y los proyectos personales que florecen se dan en entornos donde la creatividad, el emprendimiento y la iniciativa reciben apoyo real.
6. Silencio sin incomodidad.
La planificación urbana, la reducción de la contaminación acústica y la protección de entornos naturales son políticas que devuelven el derecho a la calma.
7. Dormir en paz.
Vivienda digna y asequible, seguridad en las calles y estabilidad económica son la base para cerrar los ojos sin miedo al mañana.
8. Mirar el cielo sin prisa.
Recuperar el tiempo libre implica replantear nuestro modelo económico y laboral. No es utopía: es salud pública.
9. Estar para quien nos necesita.
La solidaridad necesita tiempo y condiciones. Cuidar de mayores, de niños o de quien atraviesa un momento difícil es más fácil cuando la sociedad —y la política— respalda el cuidado como un valor y no como un voto.
En Libres defendemos que la política no está para gestionar solo cifras y trámites, sino para garantizar que estos verdaderos lujos sean accesibles para todos. Porque una sociedad próspera no es la que acumula más riqueza material, sino la que asegura que cada persona pueda vivir con dignidad, tiempo y paz.

No responses yet